Ascensor
Me desperté sin recordar que había pasado antes, no sabía cuáles fueron los pasos exactos que me llevaron a estar contemplándome en el espejo de un ascensor. Estaba solo, el ascensor tenia el tamaño justo como para no sentirme asfixiado, y tampoco me llevaba a pensar en que faltaba gente para rellenar el espacio. La cantidad de botones a mi derecha parecía infinita y no tenía idea de a que piso ir. Comencé a probar opciones al azar. En algunos pisos, la puerta se abría y lograba reconocer al instante que ahí no era donde debía estar, así que volvía a ingresar al ascensor e intentaba nuevamente con otro piso. El hecho de que un ascensor fuera mi lugar seguro me preocupaba bastante, siempre les había tenido miedo. Seguí intentado dar con el piso correcto. En algunos tenía que bajarme a investigar, a ver si algo me resultaba familiar y, cuando me rendía a la idea de que por más que quisiera, ese no era mi lugar, volvía al ascensor a seguir intentando. En un momento dejé de tocar botones y