El plan infinito
Es necesario perderse para que aparezcan nuevas preguntas y perspectivas. Cuando algo funciona bien, no hay motivación suficiente que nos lleve a modificar lo que estamos haciendo en ese momento. Una parte tiene que romperse para que nazca algo nuevo.
Incluso hay quienes omiten mencionar el hecho de que puede haber dudas
en el proceso que los lleva a expresar una conclusión y no otra. Todos creemos conocer la
verdad cuando ni siquiera estamos seguros de que no existan otras
posibilidades.
Me invade una desesperación frente a la revelación de que
incluso en las ciencias más exactas, hay margen de error.
Claro, es que no estaba teniendo presente el hecho de que
somos humanos intentando entender como funciona este mundo que habitamos, pero
del cual sabemos menos de lo que pensamos. Usamos la arrogancia como escudo para
evitar mostrar nuestra subjetividad porque eso nos pone en un lugar vulnerable.
¡Cómo si la vida no nos demostrara constantemente que no
tenemos control!
Comprender la lógica de la vida, es quizás entender que no
existe una lógica. “La vida es una suma de ironías” (Isabel Allende, pág. 409).
Sin embargo, quizás si exista un entramado detrás. Algo que busca alcanzar un
constante equilibrio. Quizás el error es intentar entenderlo en lugar de
vivirlo. Somos seres con una curiosidad tan grande que se hace difícil pensar
en que no debería preocuparnos el juego de casualidades/causalidades que nos
mueve de un lado a otro a partir de cada nueva circunstancia.
Referencias:
- Allende, I. (2014). El Plan Infinito. Buenos Aires: Sudamericana
Hermoso 🧡
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